Tomado de www.eluniversal.com.mx
Dinguactiva: MIAMI.— No hay nada más común en el mundo que salir a trabajar y ganar dinero, haciendo lo que sea o casi lo que sea. El canal A&E muestra en su programación a personajes que hacen lo más común del mundo, pero de una forma extraordinaria.
Bajo esta premisa surgen shows como Guerra de envíos, ¿Quién da más? y Barter Kings, emprendedores que ante situaciones adversas han tenido que buscar ideas originales para subsistir.
Mariano Kon, gerente general del canal para Latinoamérica, explica en entrevista exclusiva para EL UNIVERSAL que la crisis económica de 2008 es en realidad la madre de estos programas.
“Lo interesante de nuestros personajes es que se levantan todos los días y salen a buscarse la vida haciendo trueques, entregando cargas que parecen imposibles o bien comprando bodegas abandonadas para revender lo que sea que haya dentro”, explica.
Parte de la programación surge de la crisis americana de hace cuatro o cinco años, derivada también de la crisis hipotecaria. “Tuvieron que hacer algo, si no, se mueren de hambre”, dice Kon.
El canal identificó esa situación y generó un contenido entretenido. “Cuenta la historia de unos tipos que tuvieron que ser creativos por necesidad y reaccionar a una situación a primera vista negativa, y sin embargo hicieron de esa cuestión negativa una forma de riqueza”.
El tiburón que tenía tourette
Antonio y Steve son los Barter Kings, una pareja de sujetos que tienen un negocio singular: el de los trueques. Cambian un objeto por otro sin necesidad de involucrar efectivo.
La idea del negocio es tomar algo que alguien quiere y cambiarlo por alguna otra cosa con mayor valor. Al final se consigue dinero vendiendo el último objeto de la cadena.
En un episodio, los Barter Kings empiezan con un traje de buzo, que cambian por un kayak, poco a poco suben el valor de los objetos cambiados hasta llegar a un automóvil clásico y finalmente un aeroplano que venden por 20 mil dólares, dinero que surgió tras muchos tratos, y negociación, casi de la nada.
Antonio Mazzola es conocido en el medio de los trueques como “El Tiburón”, tal vez por su barba, tal vez por la fiereza con la que cierra los tratos.
Relata a EL UNIVERSAL que nunca ha podido tener un trabajo convencional porque sufre del síndrome de tourette, un trastorno neuropsiquiátrico que se manifiesta con expresiones y movimientos involuntarios.
Es un hombre bronceado, va siempre acompañado siempre de su esposa y ha pasado buena parte de su vida en un gimnasio. Cuando está sentado de pronto mueve la mano izquierda sin aparente control. Anteriormente se sometió a sesiones de hipnosis para dejar de decir groserías sin motivo.
Los trueques y los negocios son una forma de empleo y de generar valor donde no es necesario llevar trajes, y ni el tourette ni cuatro ataques al corazón lo han frenado.
Para Steve McHugh la historia no es diferente. Tuvo que entrar al negocio de los trueques cuando fue despedido de su empleo como vendedor de autos.
Tras establecerse como expertos del trueque, Steve reporta ganancias de 3 mil a 5 mil dólares semanales.
Los trueques son un negocio que ha existido por siempre.
“Nosotros no lo inventamos, siempre ha estado allí, pasa, pero la gente no lo dice, y no se ve, hasta que aparece en televisión”.
Puedes ver los episodios de Barter Kings los miércoles por el canal A&E.
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