Por:
David Goldman
NUEVA YORK — Después de ver cómo Apple puso de cabeza a las industrias de la música y los datos inalámbricos en la última década, los operadores de cable quieren asegurarse de que su industria no es la siguiente en la lista para recibir una ‘renovación' por parte de la firma creada por Steve Jobs.
Reportes amplios aseguran que Apple está en negociaciones con las compañías de cable para añadir un acceso a la televisión directa desde un futuro dispositivo de Apple, tal vez un verdadero televisor, pero posiblemente algo más.
Un reporte del Wall Street Journal de esta semana citó fuentes que dijeron conocer los intentos de Apple por convencer a las compañías de cable para que se sumen a un proyecto de decodificador digital.
El dispositivo sería vendido por Apple directamente a los consumidores, y el gigante de la tecnología quiere recibir una tajada del 30% de las películas y aplicaciones que los clientes compren a través del decodificador. Las compañías de cable se encargarían de garantizar la viabilidad del servicio, incluyendo la reparación de los dispositivos con fallas.
En otras palabras, Apple quiere ser la cara brillante y amigable del dispositivo y dejar que las compañías de cable hagan el trabajo sucio y poco apreciado. El término de la industria para esto es un dumb pipe (conducto inútil): una empresa que se encarga de proveer un servicio pero que no tiene decisión en lo que fluye a través de su red y no tiene control directo sobre la experiencia del cliente.
Eso es exactamente lo que ocurrió con la industria inalámbrica y musical cuando Apple lanzó iTunes y el iPhone.
La industria de la música perdió gran parte de su control sobre cómo se vende y se comercializa la música a los consumidores, lo que contribuyó a una década de disminución en los ingresos musicales en general.
Con el iPhone, firmas de telefonía móvil como AT&T y Verizon perdieron la capacidad de controlar o ganar dinero con la venta de aplicaciones, mensajes de texto y, de forma creciente, con las llamadas telefónicas. (Si estás usando Skype en tu teléfono inteligente, no estás usando minutos de voz). Los operadores se vieron obligados a construir y dar soporte a redes de datos extremadamente costosas y a cambiar su modelo de negocio para ganar dinero con sus servicios de datos medidos.
"El iPhone llegó y cambió radicalmente la industria", dijo el presidente ejecutivo de AT&T, Randall Stephenson, en la conferencia Brainstorm Tech de Fortune, el mes pasado. "La industria ha luchado con el cambio en el modelo de la fijación de precios".
Comcast, Time Warner Cable y el resto de las compañías de cable de Estados Unidos quieren evitar un destino similar, dicen los expertos de la industria.
"La historia es una maestra maravillosa", dice Steve Beck, socio director de cg42, una consultora boutique con experiencia en los sectores de telecomunicaciones y cable. "Las compañías de cable observan la industria de la música antes y después de iTunes, y la industria celular antes y después del iPhone y el control que Apple ejerció, y no quieren ser parte de eso".
Las compañías de cable también estarían dando la bienvenida a un rival -o, más exactamente, rivales-a su industria si se asocian con Apple. En su forma actual, Apple TV es compatible con Netflix, Hulu, MLB TV y otros servicios que compiten directamente con las suscripciones de cable.
En la actualidad, los gigantes del cable tienen un imperio bastante bien defendido. FiOS de Verizon, U-Verse de AT&T y los proveedores satelitales DirecTV y Dish Network han robado algunos de los clientes de cable, pero ninguno de ellos es un ganador que se destaque por su usabilidad, precio satisfacción del cliente o escala. (FiOS es el que se acerca más).
Si Apple hiciera un decodificador de cable radicalmente mejor que funcionara con el servicio de cualquier proveedor, la televisión por cable se convertiría rápidamente en un bien común. Probablemente habría una ventaja para el primer proveedor en dar el paso, pero cualquier impulso que recibiera el primer adoptante desaparecería finalmente una vez que todos los competidores comenzaran a operar el decodificador. Y eso desataría las inevitables guerras de precios.
"No es sorprendente que estén examinando esto muy cuidadosamente", dice Beck. "En esta industria, el alza potencial en la captación o retención de clientes no parece ser compensada por el riesgo masivo".
Eso no es algo que los consumidores quieran oír. Apple está acercándose al mercado de la televisión porque sabe que hay una gran audiencia que muere por soluciones más simples y elegantes. Los decodificadores son notoriamente difíciles de usar, particularmente para descubrir contenidos, y las relaciones de los proveedores de cable con sus clientes suelen ser hostiles.
Los consumidores constantemente califican a las compañías de cable entre las peores empresas en satisfacción al cliente en el reporte anual American Customer Satisfaction Index. Apple, en cambio, ha recibido las más altas calificaciones en satisfacción al cliente en los últimos años.
Sin embargo, a pesar de todos esos obstáculos, parece que hay una especie de inevitabilidad en torno a la entrada de Apple en el espacio de la TV. El cable aún no ha enfrentado su momento Napster: El abandono del cable es un fenómeno creciente, pero todavía está relativamente contenido.
Pero a medida que las empresas pierden clientes ante alternativas más económicas, incluyendo el streaming (transmisión en línea), puede que comiencen a mirar a Apple como un príncipe azul.
"Apple finalmente encontrará un socio dispuesto", dice Beck. "La única cuestión es cuánto limitará esa asociación la visión original del producto de Apple. Si Apple tiene que ceder, resultará en un pasatiempo que no estará a la altura de la Tomado de CNN
Reportes amplios aseguran que Apple está en negociaciones con las compañías de cable para añadir un acceso a la televisión directa desde un futuro dispositivo de Apple, tal vez un verdadero televisor, pero posiblemente algo más.
Un reporte del Wall Street Journal de esta semana citó fuentes que dijeron conocer los intentos de Apple por convencer a las compañías de cable para que se sumen a un proyecto de decodificador digital.
El dispositivo sería vendido por Apple directamente a los consumidores, y el gigante de la tecnología quiere recibir una tajada del 30% de las películas y aplicaciones que los clientes compren a través del decodificador. Las compañías de cable se encargarían de garantizar la viabilidad del servicio, incluyendo la reparación de los dispositivos con fallas.
En otras palabras, Apple quiere ser la cara brillante y amigable del dispositivo y dejar que las compañías de cable hagan el trabajo sucio y poco apreciado. El término de la industria para esto es un dumb pipe (conducto inútil): una empresa que se encarga de proveer un servicio pero que no tiene decisión en lo que fluye a través de su red y no tiene control directo sobre la experiencia del cliente.
Eso es exactamente lo que ocurrió con la industria inalámbrica y musical cuando Apple lanzó iTunes y el iPhone.
La industria de la música perdió gran parte de su control sobre cómo se vende y se comercializa la música a los consumidores, lo que contribuyó a una década de disminución en los ingresos musicales en general.
Con el iPhone, firmas de telefonía móvil como AT&T y Verizon perdieron la capacidad de controlar o ganar dinero con la venta de aplicaciones, mensajes de texto y, de forma creciente, con las llamadas telefónicas. (Si estás usando Skype en tu teléfono inteligente, no estás usando minutos de voz). Los operadores se vieron obligados a construir y dar soporte a redes de datos extremadamente costosas y a cambiar su modelo de negocio para ganar dinero con sus servicios de datos medidos.
"El iPhone llegó y cambió radicalmente la industria", dijo el presidente ejecutivo de AT&T, Randall Stephenson, en la conferencia Brainstorm Tech de Fortune, el mes pasado. "La industria ha luchado con el cambio en el modelo de la fijación de precios".
Comcast, Time Warner Cable y el resto de las compañías de cable de Estados Unidos quieren evitar un destino similar, dicen los expertos de la industria.
"La historia es una maestra maravillosa", dice Steve Beck, socio director de cg42, una consultora boutique con experiencia en los sectores de telecomunicaciones y cable. "Las compañías de cable observan la industria de la música antes y después de iTunes, y la industria celular antes y después del iPhone y el control que Apple ejerció, y no quieren ser parte de eso".
Las compañías de cable también estarían dando la bienvenida a un rival -o, más exactamente, rivales-a su industria si se asocian con Apple. En su forma actual, Apple TV es compatible con Netflix, Hulu, MLB TV y otros servicios que compiten directamente con las suscripciones de cable.
En la actualidad, los gigantes del cable tienen un imperio bastante bien defendido. FiOS de Verizon, U-Verse de AT&T y los proveedores satelitales DirecTV y Dish Network han robado algunos de los clientes de cable, pero ninguno de ellos es un ganador que se destaque por su usabilidad, precio satisfacción del cliente o escala. (FiOS es el que se acerca más).
Si Apple hiciera un decodificador de cable radicalmente mejor que funcionara con el servicio de cualquier proveedor, la televisión por cable se convertiría rápidamente en un bien común. Probablemente habría una ventaja para el primer proveedor en dar el paso, pero cualquier impulso que recibiera el primer adoptante desaparecería finalmente una vez que todos los competidores comenzaran a operar el decodificador. Y eso desataría las inevitables guerras de precios.
"No es sorprendente que estén examinando esto muy cuidadosamente", dice Beck. "En esta industria, el alza potencial en la captación o retención de clientes no parece ser compensada por el riesgo masivo".
Eso no es algo que los consumidores quieran oír. Apple está acercándose al mercado de la televisión porque sabe que hay una gran audiencia que muere por soluciones más simples y elegantes. Los decodificadores son notoriamente difíciles de usar, particularmente para descubrir contenidos, y las relaciones de los proveedores de cable con sus clientes suelen ser hostiles.
Los consumidores constantemente califican a las compañías de cable entre las peores empresas en satisfacción al cliente en el reporte anual American Customer Satisfaction Index. Apple, en cambio, ha recibido las más altas calificaciones en satisfacción al cliente en los últimos años.
Sin embargo, a pesar de todos esos obstáculos, parece que hay una especie de inevitabilidad en torno a la entrada de Apple en el espacio de la TV. El cable aún no ha enfrentado su momento Napster: El abandono del cable es un fenómeno creciente, pero todavía está relativamente contenido.
Pero a medida que las empresas pierden clientes ante alternativas más económicas, incluyendo el streaming (transmisión en línea), puede que comiencen a mirar a Apple como un príncipe azul.
"Apple finalmente encontrará un socio dispuesto", dice Beck. "La única cuestión es cuánto limitará esa asociación la visión original del producto de Apple. Si Apple tiene que ceder, resultará en un pasatiempo que no estará a la altura de la Tomado de CNN
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