En Europa los diarios buscan estimular la demanda de lectores entre niños


Periódicos infantiles: inversión para el futuro
 Por Rodrigo Carretero
Tomado de media-tics.com

Los editores son conscientes de que el futuro del periodismo se apoya en dos pilares: lo digital y los lectores más jóvenes. Para reforzar lo primero, están invirtiendo tiempo y dinero en potenciar las versiones on-line de sus diarios, pero son tímidas las iniciativas para ganar lectores de poca edad. En el Reino Unido existe el caso del “First News”, una publicación dirigida a usuarios de entre 9 y 12 años y que en el último año ha aumentado la difusión un 18%. En Alemania hay otro ejemplo desde hace cinco meses: "Kruschel", un semanario dedicado exclusivamente a niños.
     En un artículo publicado en inglés por el “Spiegel”, se recuerda que los periódicos alemanes se han preocupado tradicionalmente por incluir contenidos (normalmente hojas) dirigidos exclusivamente para niños. En España lo hacía “El País” con “El pequeño país” y en Alemania lo hacen desde hace mucho tiempo los diarios regionales del editor Verlagsgruppe Rhein Main, que es el que ha puesto en marcha ahora el "Kruschel", dirigido a niños de entre 7 y 11 años y que es la primera publicación de este tipo en el país.
     El “Spiegel” resalta que, sin embargo, la publicación de un periódico para niños es “un asunto complicado y arriesgado” porque es difícil obtener una base de suscriptores suficiente como para cubrir los costos de publicación. “Eso requiere regalar un montón de copias gratuitas en las escuelas, lo que resulta caro”, destaca. Hasta ahora, “Kruschel” ha conseguido unas 2.100 suscripciones, que cuestan 4,90 euros al mes. Un número que no es suficiente para cubrir los costos de distribución y producción aunque el personal se limita a tres personas que trabajan en la sede de la editorial. En cualquier caso, el número de suscriptores superan las proyecciones de la compañía para estas fechas, que eran de 1.800.
     “Todo el mundo quiere periódicos para niños, pero nadie quiere hacerlos”, explica Ernst Henry, exeditor de Oink!, un periódico financiero para niños que comenzó en Gran Bretaña en 2002. “Nadie quiere hacerlo porque es un trabajo muy duro y no muy rentable”, añade. De hecho, Oink! se publicaba en papel rosa como un guiño al “Financial Times” y consiguió cerca de 600.000 lectores, muchos de los cuales recibían el periódico gratis en la escuela. “Fue un éxito, pero no consiguió ningún dinero”, explica Henry, que dejó de publicarlo en 2009.
     El “Spiegel” apunta que, a pesar de todo, el mercado de los periódicos infantiles en Alemania no está explotado y tienes buenas posibilidades de crecimiento: “Aunque la industria está luchando en otras partes, los periódicos siguen siendo un negocio relativamente rentable en Alemania, donde más del 68,4% de la población mayor de 14 años (unos 48 millones de personas) leyeron periódicos en 2011”. Los niños, se asegura en el artículo, son también unos consumidores cada vez más importantes. “En un país donde los medios de impresión son un patrimonio cultural y la lectura de noticias es casi un deber cívico, los periódicos de niños son algo más que una forma de hacer dinero”.
     Eva Fauth, una de las creadoras de "Kruschel", añade: “Los padres quieren que sus hijos estén informados para que puedan hablar y tener sus propias opiniones sobre la actualidad”. Agrega que la regla fundamental en un periódico para niños es que no les asuste. "Kruschel" ha publicado artículos sobre las medidas de rescate en la zona euro, el juicio por la matanza de Anders Breivik en Noruega o el escándalo que rodea a la publicación de las fotos en topless de Kate Middleton.
     En otros países ya están funcionando iniciativas similares. En Austria, el grupo Styria comenzó en enero de 2011 a publicar el periódico infantil “Die Kleine Kinderzeitung”, el equivalente de su diario conservador “Die Kleine Zeitung”. En casi dos años, ha logrado 22.000 lectores y ha comenzado a dar beneficios. En Francia, Play Bac publica tres periódicos diarios para niños desde mediados de los 90 y obtiene beneficios con una circulación colectiva de 150.000 ejemplares. El 90% de los ingresos vienen de suscripciones y sólo el 10% de la publicidad.
     Pero los editores coinciden en que los beneficios en el caso de los periódicos infantiles no pueden ser el objetivo: “No queremos ganar dinero siempre. Este periódico es una inversión de futuro”, resume Fauth.


Comentarios