Cierres de periódicos, despidos masivos, bajada de los ingresos de la publicidad…Esta espiral negativa que envuelve a la profesión lleva a plantearse si el periodismo de calidad en formato de papel podrá seguir resistiendo ante los cambios que se avecinan.
Dinguactiva: “Dentro de una generación, los periódicos habrán desaparecido”. Esta predicción fue formulada por Xavier Niel, uno de los propietarios del operador de telefonía móvil “Free” y el diario “Le Monde”. El periódico internacional “The Epoch Times” publica un artículo menos contundente, pero en el que se refleja la complicada situación de la prensa tradicional.
El primer motivo para estar preocupados es el cierre de varios periódicos y revistas de gran entidad. “France Soir” desapareció en papel en 2011 y quebró en julio de 2012. Otros han sobrevivido, pero sólo en su edición digital, como “La Tribune” en Francia, “Público” en España o la famosa revista estadounidense “Newsweek”, cuyo último número impreso salió el 31 de diciembre tras casi 80 años de vida.
El segundo, la reducción del personal. Si hay un damnificado en esta crisis es el colectivo de los periodistas. Los despidos están a la orden del día. Las redacciones van disminuyendo su tamaño, sobre todo si sólo sobreviven en internet. “La Tribune” contaba con 161 profesionales, de los que hoy sólo quedan 16 para trabajar en la versión online.
La tercera señal son las pérdidas de ingresos por publicidad. Los anunciantes prefieren los motores de búsqueda. En Estados Unidos, Google ha obtenido más de mil millones de euros de ingresos por anuncios, una cantidad mayor que el conjunto de la prensa en papel.
Y por último, los cambios en los hábitos del lector. Antes, la gente leía el periódico en los bares, en el tren o se acercaba al quiosco más cercano para comprarlo. Ahora el lector se convierte en usuario de Internet y en este medio su comportamiento cambia.
El problema se plantea ahora. Varios estudios concluyeron que, a pesar de las dificultades a las que se enfrenta el periodismo impreso, aún deberá convivir muchos años con el digital, ya que la transición entre ambos modelos no será fácil.
En “The Epoch Times” también mencionan este conflicto. Internet tiene sus propias reglas y se ha demostrado que es complicado trasladar el negocio de los periódicos en papel a la red. “The Daily”, de Murdoch, apostó fuerte por el lanzamiento de una versión para tabletas y en año y medio, de los 500.000 usuarios que se esperaban, sólo consiguieron atraer a 100.000. Además, los periódicos se mueven entre mantener los contenidos gratuitos, confiando en no perder lectores en papel, que son los que realmente financian el periódico, o cobrar por leer ciertos artículos. Pero esta web se pregunta si eso bastará para permitir la supervivencia de los diarios.
Finalmente, el artículo resalta que en la actualidad, no sólo ha cambiado el modelo de negocio. También se ha transformado la manera de trabajar del periodista. Internet no es un medio donde se desarrollen informaciones de calidad y reportajes en profundidad. Aquí se potencia el “buzz”, es decir, la transmisión de las noticias en redes sociales, que se propagará en mayor medida si se trata de hechos insólitos con titulares llamativos. Y cuantos más “me gusta” obtenga una noticia, más se extenderá, porque la gente quiere leer aquello en lo que todo el mundo está interesado. Al periodista ya no se le exige crear informaciones rigurosas y reflexivas, sino que atraigan la atención del lector, que las consume como “fast food”.
El periodismo tradicional sigue teniendo buena imagen entre los lectores, que lo consideran bandera del pluralismo y la democracia, pero también se muestran preocupados por su salud. Es evidente que la opinión pública defiende a la prensa impresa. Pero lo que necesita la prensa no es sólo un apoyo moral, sino también financiero. Tomado de http://www.media-tics.com/noticia/2853/Medios-de-Comunicaci%C3%B3n/tiempo-periodismo-tradicional.html
El primer motivo para estar preocupados es el cierre de varios periódicos y revistas de gran entidad. “France Soir” desapareció en papel en 2011 y quebró en julio de 2012. Otros han sobrevivido, pero sólo en su edición digital, como “La Tribune” en Francia, “Público” en España o la famosa revista estadounidense “Newsweek”, cuyo último número impreso salió el 31 de diciembre tras casi 80 años de vida.
El segundo, la reducción del personal. Si hay un damnificado en esta crisis es el colectivo de los periodistas. Los despidos están a la orden del día. Las redacciones van disminuyendo su tamaño, sobre todo si sólo sobreviven en internet. “La Tribune” contaba con 161 profesionales, de los que hoy sólo quedan 16 para trabajar en la versión online.
La tercera señal son las pérdidas de ingresos por publicidad. Los anunciantes prefieren los motores de búsqueda. En Estados Unidos, Google ha obtenido más de mil millones de euros de ingresos por anuncios, una cantidad mayor que el conjunto de la prensa en papel.
Y por último, los cambios en los hábitos del lector. Antes, la gente leía el periódico en los bares, en el tren o se acercaba al quiosco más cercano para comprarlo. Ahora el lector se convierte en usuario de Internet y en este medio su comportamiento cambia.
El problema se plantea ahora. Varios estudios concluyeron que, a pesar de las dificultades a las que se enfrenta el periodismo impreso, aún deberá convivir muchos años con el digital, ya que la transición entre ambos modelos no será fácil.
En “The Epoch Times” también mencionan este conflicto. Internet tiene sus propias reglas y se ha demostrado que es complicado trasladar el negocio de los periódicos en papel a la red. “The Daily”, de Murdoch, apostó fuerte por el lanzamiento de una versión para tabletas y en año y medio, de los 500.000 usuarios que se esperaban, sólo consiguieron atraer a 100.000. Además, los periódicos se mueven entre mantener los contenidos gratuitos, confiando en no perder lectores en papel, que son los que realmente financian el periódico, o cobrar por leer ciertos artículos. Pero esta web se pregunta si eso bastará para permitir la supervivencia de los diarios.
Finalmente, el artículo resalta que en la actualidad, no sólo ha cambiado el modelo de negocio. También se ha transformado la manera de trabajar del periodista. Internet no es un medio donde se desarrollen informaciones de calidad y reportajes en profundidad. Aquí se potencia el “buzz”, es decir, la transmisión de las noticias en redes sociales, que se propagará en mayor medida si se trata de hechos insólitos con titulares llamativos. Y cuantos más “me gusta” obtenga una noticia, más se extenderá, porque la gente quiere leer aquello en lo que todo el mundo está interesado. Al periodista ya no se le exige crear informaciones rigurosas y reflexivas, sino que atraigan la atención del lector, que las consume como “fast food”.
El periodismo tradicional sigue teniendo buena imagen entre los lectores, que lo consideran bandera del pluralismo y la democracia, pero también se muestran preocupados por su salud. Es evidente que la opinión pública defiende a la prensa impresa. Pero lo que necesita la prensa no es sólo un apoyo moral, sino también financiero. Tomado de http://www.media-tics.com/noticia/2853/Medios-de-Comunicaci%C3%B3n/tiempo-periodismo-tradicional.html
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