Es tal la oferta televisiva que la audiencia puede elegir, y no ser pasiva.

Por José Antonio Fernández / Dinguactiva: Por años, en México la televisión comercial abierta ofreció una selección de contenidos variados a sus espectadores. Escogieron siempre programar películas y programas de la más alta audiencia.
En los sesenta, setenta, ochenta y todavía en los noventa del Siglo XX, los espectadores podían encontrar en la programación de los canales de televisión abierta los contenidos de mayor audiencia producidos en México y en otras partes del planeta, especialmente en Estados Unidos (Hollywood).
Ese modelo queda atrás en el Siglo XXI por dos razones principales: hoy existe una sobre-oferta de producción en el mundo, lo que hace imposible el modelo anterior, y además hay demasiados canales en el menú (imposible no sumar la televisión de paga que tiene ya en México más de 12 millones de suscriptores, poco más de la mitad del total de telehogares).
Así las cosas, el modelo de oferta de programación de los canales de televisión es muy simliar a un gran centro comercial:

El televidente puede sintonizar canales especializados, lo que en el centro comercial sería el equivalente a comprar en tiendas especializadas o exclusivas.

Los grandes canales de televisión abierta que suman las mayores audiencias, como El Canal de las Estrellas y Azteca Trece, vienen a ser el equivalente de las grandes tiendas como Liverpool o El Palacio de Hierro, en donde el consumidor puede encontrar una mayor variedad y lo más vendido del mercado, aunque no necesariamente lo que está buscando.Tomado de www.canal100.com.mx